Historia
Pacto entre Juan de Ampies y el Cacique Manaure
La ciudad fue fundada el
26 de julio de
1527 por
Juan Martín de Ampies, con el nombre de
Santa Ana de Coro. Ampíes pactó respetar la autoridad del
cacique Manaure máxima autoridad de los
indígenas de la región, los
Caquetíos, Este pacto se rompe abruptamente en
1529 con el desembarco en la ciudad del primer Gobernador y Capitán General
Ambrosio Alfinger en representación de los
Welser, comerciantes a quienes la
corona española les había entregado la
Provincia de Venezuela para la exploración, fundación de ciudades y explotación de los recursos de este amplio territorio que comprendía desde el
Cabo de la Vela (en la
península de la Guajira) hasta Maracapana (cercana a la ciudad de
Barcelona). Desde Coro surgieron múltiples expediciones a
los Llanos venezolanos y colombianos, a
los Andes y hasta el
río Orinoco en busca de
El Dorado, que le permitió a los conquistadores la exploración de estos vastos territorios. El mandato de los Welser culmina en
1545 por el incumplimiento de contrato y por lucha de intereses entre éstos y los
conquistadores españoles que exploraban el territorio desde otros puntos focales del Imperio español en
América. La ciudad se constituye en sus primeros tiempos en "cabeza de playa" o puesto de avanzada de los españoles durante la
conquista y
colonización en el occidente y centro de
Venezuela. Desde ella partieron las expediciones exploradoras y fundadoras de nuevos pueblos.
La Alameda ubicada en pleno Casco Histórico, que comunica la Cruz de San Clemente con la Catedral.
Santa Ana de Coro pierde la capitalidad política de la
Provincia de Venezuela (también conocida como
Provincia de Coro en documentos oficiales de la época) en
1578 al ser desplazada por
Caracas, motivado por lo desguarnecido que se encontraba la ciudad a las invasiones de
filibusteros y sobre todo a la dureza de su clima. Finalmente deja de ser la sede del obispado en
1636. Durante este siglo es azotada por un
huracán e invasiones de
piratas que hizo que apareciera en las cartas de navegación de
ingleses y
franceses
de la época con el calificativo de "destruida". Sin embargo, éstas
calamidades dejaron intacto el campo, donde se encontraba su fuerza
productiva, lo que le permitió recuperarse lentamente. Es así como a
finales del
siglo XVIII y principios del
siglo XIX alcanza su mayor esplendor colonial. Precisamente de esta época son las mejores construcciones civiles que conserva la ciudad.
En
1795, ocurre un levantamiento de esclavos, y en general de las clases sociales dominadas, en la
sierra de Coro, liderada por el
zambo libre
José Leonardo Chirino,
que tenía como fin la eliminación de la esclavitud y la instauración
del régimen republicano conocido durante la época como "la ley
francesa". El movimiento, que sería el precursor en el proceso de
independencia terminaría en la derrota, el apresamiento y asesinato del
líder insurrecto.
Previo a los ancontecimientos de la guerra de
Independencia, en 1806, desembarca en su puerto
La Vela de Coro la expedición emancipadora comandada por
Francisco de Miranda, el precursor de la
independencia hispanoamericana que traería la bandera tricolor que al cabo de los años terminaría adoptando la
Gran Colombia, y que en la actualidad es base para la bandera oficial de tres repúblicas
americanas,
Colombia,
Venezuela y
Ecuador. Fue entonces en el puerto de la Vela de Coro, donde se izó por primera en tierras venezolanas.
Durante el inicio de la guerra de Independencia, Coro, junto con
Maracaibo y
Guayana, no acató las disposiciones de la
Junta Suprema de Caracas del
19 de abril de 1810, permaneciendo leal al dominio español. Posteriormente se constituyó en un baluarte del
Imperio español al desembarcar en sus costas las tropas que terminarían destruyendo la llamada
Primera República de Venezuela. En
1821,
finalmente la provincia coriana se incorpora plenamente al proceso
independentista, con la toma de la ciudad por parte de las tropas
dirigidas por la heroína
Josefa Camejo y un grupo de
patriotas que desde hacía tiempo venían conspirando. Para cuando el General
Rafael Urdaneta invade desde
Maracaibo comandando el ejército
grancolombiano, ya la ciudad había sido liberada pocos días atrás por las huestes corianas al mando de la heroína.
La
guerra de la Independencia y posteriormente las guerras civiles del
siglo XIX (incluida la
Guerra Federal que se
inicia en Coro)
dejan la ciudad despoblada y a su campo arrasado, lo que la sumió en un
período de decadencia del que vendría a recuperarse a medias, hasta
bien entrado el
siglo XX, con la construcción de las refinerías de
petróleo en la
península de Paraguaná y los cambios ocurridos en Venezuela a raíz del paso de un país rural a uno urbano y petrolero.
Desde la década de los
50s Coro fue declarada Patrimonio Nacional.
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